DEFENDERSE DE LA OKUPACIÓN INMOBILIARIA

Inmobiliarias Madrid sabe que, en nuestro país, alrededor de 80.000 viviendas permanecen okupadas de forma ilegal. Únicamente en la capital, al finalizar el pasado año, casi 4.000 casas sufrían este grave problema. Como es lógico, los miedos de los propietarios no son infundados.
Mucho creen que recuperar la vivienda hoy en día es una odisea que se extiende insufriblemente en el tiempo, pero nada más lejos de la realidad, desde julio de este año se ha modificado la Ley de Enjuiciamiento Civil con respecto a este punto con el propósito de agilizar el procedimiento a favor del propietario.

Antes de esta reforma el plazo medio podía alargarse más de 12 meses, habiendo quedado reducido actualmente a la mitad o menos. Bien es cierto que el tiempo varía en función del juzgado y la provincia en que radique la casa okupada.

Ante una situación de este tipo, el primer paso a dar debe ser acudir a la policía lo antes posible para, inmediatamente, presentar demanda ente el Juzgado correspondiente. Además, con la nueva ley se podrá denunciar aun sin conocer o identificar a los okupantes pues la notificación se realizará a quien esté habitando de forma ilegal la vivienda.

Para defender su propiedad habrá que presentar el título legítimo que acredite la inscripción de la casa a su nombre. Si los okupas no pueden presentar ningún documento que legitime o valide su ocupación en un plazo de cinco días, se podrá solicitar inmediatamente el lanzamiento.

La okupación de viviendas de primera residencia se considera allanamiento de morada, mientras que las vacacionales se consideran usurpación de bienes inmuebles. Será el juzgado quien establezca la pena y medidas cautelares, pero, es cuestión de tiempo que dé la razón al propietario y a su derecho constitucional a la vivienda.

En inmobiliarias Madrid no podemos enumerar consejos fiables para la protección de los okupas, no hay una fórmula preventiva milagrosa, más allá de los sistemas de videovigilancia, alarmas y cooperación vecinal, permanecer en calma, conocer los derechos propios y actuar con rapidez, son pasos claves para defender la propiedad privada.