COMIENZA EL CURSO: ¿RESIDENCIA O ALQUILER?

En Inmobiliarias Madrid sabemos bien que el mes de septiembre no es del agrado de todos: fin de las vacaciones, vuelta a la rutina, adiós al buen tiempo y hola a numerosos gastos para los hijos que vuelven al cole y los que empiezan la universidad. ¿Qué es más rentable? ¿Una residencia universitaria o compartir piso? Muchos son los estudiantes que vienen del extranjero, pero no hay que olvidar que los universitarios nacionales que se desplazan lejos de su ciudad de origen para empezar la carrera superan los 300.000. El dilema en este mes está servido.

Ambas opciones tienen claras ventajas y desventajas, dependerá de cada situación económica, del estilo de vida y la personalidad o responsabilidad del inquilino.

Está claro que, si quien se independiza es desorganizado y no lleva un control medido de los gastos, la mejor elección será la residencia, pues todos los gastos están más delimitados, mientras que en un piso las variables pueden ser mayores en función del consumo. Es decir, un colegio mayor o una residencia de estudiantes cubre las necesidades básicas: lavandería, habitación, internet y comida, sin ningún tipo de sorpresa financiera. Si no se está acostumbrado a funcionar con un presupuesto y a ser disciplinado, compartir gastos en un piso puede ser una tarea más compleja a la hora de minimizar la salida de dinero.

Por supuesto, la opción de independizarse en un estudio o apartamento independiente está al alcance de muy pocos. Existen pocas alternativas y los precios son desmedidos para que los afronte una persona sola, de ahí que la fórmula de compartir piso: pago de alquiler y pago de suministros, sea la más seleccionada. Por descontado, el aumento de los precios del alquiler en ciudades como Barcelona o Madrid, hace que incluso compartir piso entre los estudiantes sea todo un reto, llegándose a cobrar más de 500 euros por una sola habitación.
Vivir en un piso da mayor independencia y madurez, te enseña a ser responsable y a poner los pies en la tierra, pero también provoca mayores quebraderos de cabeza. Aunque la residencia tenga quizá un coste algo mayor, si se opta por la pensión completa, el estudiante no solo se despreocupará de firmar contratos, dar de alta suministros, hacer compra, hacer coladas, planchar, limpiar o cuidar cada pago, sino que ni siquiera tendrá que cocinar ni fregar.

Sea cual sea la opción, eso sí, la ubicación es primordial. Buenas conexiones o cercano al centro de estudios es lo ideal para que el gasto esté justificado y compense el sacrificio. Irse de casa, de una forma u otra no es barato, dependerá de cada persona y su nivel de responsabilidad y compromiso. En inmobiliarias Madrid os animamos a todos los que salís ahora al mundo exterior como universitarios de primer año, a que sopeséis bien todas las alternativas y penséis bien qué tipo de preocupaciones o responsabilidades queréis asumir en esta etapa tan importante.