«Descarbonización primero»: la nueva hoja de ruta para los edificios en España

El enfoque está cambiando de la ‘eficiencia primero’ a la «Descarbonización primero»: la nueva hoja de ruta para los edificios en España. En el país, el sector de la edificación es responsable del 25% de las emisiones. El IDAE estima que aún queda por descarbonizar hasta la mitad del parque residencial, lo que incluye prácticamente a todos los inmuebles que aún utilizan sistemas de calefacción basados en gas o gasóleo, a menudo poco eficientes, resultando en un consumo excesivo de combustibles fósiles.

A pesar de las ayudas existentes para la descarbonización, el progreso real es lento. Luis Quiroga, cofundador de Oikos y coautor del informe ‘Descarbonización de edificios’, explica que «el avance es decepcionante en comparación con los objetivos: entre 2021 y 2023, solo se rehabilitaron 103.000 viviendas, lo que apenas representa el 7,5% de lo previsto en la senda del PNIEC». Aunque es un desafío considerable, otras naciones europeas han avanzado más: desde 2005, las emisiones de los edificios en la UE han disminuido un 22%, mientras que en España la reducción es solo del 15%.

Históricamente, la política energética se ha centrado en la ‘eficiencia primero’, un enfoque que ya resulta insuficiente. Las políticas actuales se adhieren a la idea de priorizar el aislamiento para reducir el consumo, sin abordar la fuente primaria de emisiones en el suministro de energía. Quiroga comenta que esta es «la estrategia ideal en un escenario sin limitaciones financieras», pero en la práctica genera «baja rentabilidad y un anclaje de las emisiones». Este paradigma era lógico cuando la única opción eran los combustibles fósiles, pero ha quedado obsoleto con la llegada de soluciones como la aerotermia (la electrificación de la calefacción) o las redes de calor. «Existen alternativas que pueden lograr una descarbonización total». Es claro que priorizar solo la eficiencia energética ya no es suficiente: España debe adoptar un modelo que sitúe la descarbonización como una prioridad inmediata, no como un objetivo futuro.

Descarbonizar un inmueble significa «implementar medidas que erradiquen las emisiones vinculadas a su climatización y al consumo de energía durante toda su vida útil». Gracias a la energía renovable, lograr la descarbonización en el consumo eléctrico es «relativamente sencillo». Sin embargo, el desafío principal radica en la calefacción y el agua caliente sanitaria, que siguen dependiendo mayoritariamente de calderas de gas y gasoil. Esto se debe a que más del 80% de las construcciones en España son anteriores a 1980, careciendo de normativas de eficiencia, lo que se traduce en viviendas con paredes sin aislamiento, ventanas anticuadas y sistemas de climatización obsoletos. La cuestión de cómo abordar esto es crucial. La Inmobiliaria Madrid sabe que en ciertas zonas climáticas frías y densamente pobladas, se pueden considerar las redes de calor, poco comunes en España pero muy usadas en otros países europeos, además de reemplazar la calefacción fósil por opciones como la aerotermia o, en menor medida, la biomasa en muchos edificios.